lunes, 27 de abril de 2009

Plantas y Yerbas Medicinales de América

Abeto rojo y alerce:

Estas dos plantas tienen las mismas propiedades terapéuticas y pueden usarse de la misma forma. Se recogen las ye mas en primavera y se prepara la infusión en la dosis de 5 a 20 gramos, para un total de 200 gramos de filtrado; ésta resulta benéfica contra el catarro, y además es balsámica. De !a corteza del tronco se extrae la trementina, que en la dosis de 8 a 30 gotas cura la laringitis, a la gangrena pulmonar. La trementina se usa también en pomadas, empleadas en caso de reumatismo y de artritis. No se deben sobrepasar las dosis indicadas.

Acederilla:

Es una pequeña planta silvestre que crece espontánea en primavera, en terrenos húmedos. Sus hojas, aunque más chiquitas, se parecen a las del trébol; las flores son encarnadas y amarillas. La plan-tita toda es débil, tierna, jugosa, quebradiza y de un sabor ácido; si se mantiene fresca cura la inflamación de la boca y alivia el escorbuto; su jugo fresco se toma para curar la diarrea, en dosis de 3 a 5 cucharadas diarias. La infusión, preparada con 15 gramos de la planta fresca o tres gramos de la seca en medio litro de agua, es una óptima bebida refrescante, que hace bajar ¡a temperatura en los estados febriles, y aún más, limpia lo ríñones, aumenta la secreción de la orina, purifica la sangre y es muy beneñciosa cuando se sufre de inflamaciones internas y para aliviar el escorbuto. Se toma medio litro de la infusión, en pequeñas dosis, durante el día; pero como la planta contiene substancias venenosas, nunca se debe usar en dosis excesivas.

Aciano:

Esta planta se encuentra comúnmente en la Península Ibérica; sus flores son muy bonitas, de color azul, y su cocimiento se usa como colirio en Jas conjuntivitis; la infusión resulta muy valiosa cuando hay tos, ayudando a Ja expectoración.

Acónito:

Se encuentra en las altas montañas de los Pirineos, en la Península Ibérica; mide hasta un metro de altura. En general, las flores son azules, raras veces blancas o rojas; la raíz es fusiforme, negra por fuera y blanquecina por dentro. Es una planta muy venenosa que acciona sobre el sistema nervioso. De la raíz se extrae un alcaloide, la aconitina, que es muy eficaz en los casos de asma, tos, neuralgias, tic nervioso, etcétera.

Adelfa:

Este arbusto crece espontáneo en Europa y en África, y es cultivado con fines ornamentales. Sus hojas son lanceoladas y las flores muy bonitas, grandes, de color rosa intenso o blancas o rojas. Las flores, las hojas y la corteza contienen un glucósido de evidente acción cardiaca, similar al digital, muy beneficioso para las personas de edad avanzada cuando padecen de insuficiencia cardiaca.

Adormidera:

Es una planta originaria de Oriente, que contiene opio y morfina. Es, pues, peligroso usarla indebidamente, por lo que es obligado que siempre la administre un médico. Haciendo cortes en las cápsulas inmaturas se sale un látex que se coagula al aire: es el opio. Por su acción hipnótica y analgésica, el opio y la morfina son utilizados en medicina en los casos de neuralgias, y también en los cólicos. El opio contiene muchos alcaloides; los más importantes son: la morfina, narceína, codeína, papaverina, tabaína, narcotina y ácido me-cónico. Puede usarse, en forma de tisana, en la dosis de 25 gramos de la planta sin semillas, en un litro de agua hirviendo, para tomarse en las 24 horas; en lociones, con 30 gramos de adormidera, sin semillas, en un litro de agua, dejar hervir y filtrar; contra los cólicos uterinos y los dolores del cáncer de la matiz y los cólicos intestinales, en lavativas preparadas con 20 gramos; de la cabeza de la planta triturada y sin semillas, en medio litro de agua hirviendo, dejada en infusión por dos horas y filtrada. Las cataplasmas de cápsulas y hojas cocidas tienen propiedades calmantes; aplicadas en la zona afectada, alivian los dolores reumáticos, los cólicos del vientre y las contusiones y llagas dolorosas.

Agave:

Esta planta herbácea perenne, es silvestre y cultivada. Las hojas son de color gris verde, tienen una lista amarilla en sus bordes y son gruesas, carnosas y muy largas, tal vez más de un metro; son dentadas, lanceoladas y espinosas al borde, terminando en una punta espinosa y resistente. El tallo de la flor sale del centro de las hojas, y llega a veces hasta 8 metros de alto; las flores brotan al término de este tallo, no muy numerosas y de color gris verde. La cocción de las hojas, que se hace con 60 gramos de éstas en 1 litro de agua, bebida en las comidas es útil para depurar la sangre, los ríñones y los intestinos, y también para curar las enfermedades del tugado y la ictericia. Si se le agrega a la planta en cocimiento un puñadito de ajenjo, servirá para purificar el estómago, y resultará beneficiosa en la hidropesía, eliminando las substancias acuosas. Al añadir a la cocción de agave, miel de abejas, se obtendrá una óptima bebida de calidad refrescante y depurativa; y si este cocimiento se filtra, se podrá emplear como colirio en la curación de los ojos inflamados. Las rafees del agave, en dosis de 30 a 40 gramos por 1 litro de agua, son eficaces depurativas de la sangre, su cocimiento, añadiendo por cada taza el jugo de medio limón, es bebido durante las comidas.

Agripalma:

Es frecuente encontrarla entre ruinas y escombros o en terrenos no cultivados de Europa central. Se hace la infusión con las sumidades floridas, en dosis de 1 cu-charadita por taza de agua, tomándose tres veces al día; actúa como sedante sobre el sistema nervioso central y vegetativo, en forma parecida a la valeriana, pero con efecto más intenso. La cocción se emplea en las partes externas como cicatrizante.

Ajenjo:

Esta planta es silvestre y se encuentra en las riberas pedregosas y en lugares no cultivados de los llanos montanos. Toda ella es vellosa, ramificada y blanquecina; las flores, amarillas, chicas y numerosas, forman racimos compuestos. Por sus principios amargos, es usada en todos los casos en que se hace necesario estimularla digestión, es decir, en ¡a clorosis, anorexia, dispepsia, meteorismo, convalecencia, etcétera. La infusión se hace con media cucharadita por taza de agua, y se toma media hora antes de las comidas. Pero, a causa de su sabor amargo, se prefiere usar el vino o la tintura; esta última en dosis de 20 a 30 gotas, antes de las comidas. El vino se prepara con la maceración, durante 24 horas, de 30 gramos de hojas secas en 60 gramos de alcohol de 60 grados; después se le añade un litro de vino blanco, y se filtra al cabo de unos diez días; la dosis no debe ser de más de 100 gramos al día. No hay que olvidar que el hábito de tomar aperitivos o licores que contengan ajenjo puede tener graves consecuencias, es decir, provocar el envenenamiento lento (ab-sintismo crónico), característico del ajenjo, que puede causar convulsiones epilépticas.

Alcanfor:

Originario del Asia oriental, da la substancia bien es conocida ;on su mismo nombre, destilándose la madera y las hojas. Tiene varios usos industriales. En medicina se utiliza externamente, en emplastos o soluciones oleosas y alcohólicas, para combatirlas neuralgias, la gota y los dolores musculares y articulares; y su empleo interno es muy valioso contra el colapso cardíaco, la esclerosis, tuberculosis pulmonar, pulmonía, asma, tifoidea, fiebres intermitentes y eruptivas, purulentas, pútridas, la peste, la viruela y la gangrena; pero no deben usarse cantidades elevadas. Para uso externo las dosis son: Alcohol alcanforado, 1 por 10 de alcohol de 90°; aguardiente alcanforado, 1 por 40 de alcohol de 60°; agua alcanforada, 1 por 100, y aceite alcanforado 1 por 10. Fara uso interno: polvo de madera y hojas de 2 a 5 gramos por día, en pildoras, pociones, etcétera.

Algarrobo:

Es un árbol espinoso que alcanza 6 metros y más de altura. Su fruto se llama algarroba, y es una vaina de 30 centímetros de largo por 3 centímetros de ancho, de un color verde que se pone obscuro cuando madura; contiene semillas y una pulpa dulce que les gusta mucho a los niños. Con el fruto cocido y fermentado se prepara una bebida similar a la chicha, la cual tiene virtudes purgativas^ es muy refrescante. La cocción de dos o tres frutos en 1 litro de agua, da una bebida que refresca mucho, es algo laxante y actúa eficazmente en las afecciones del corazón. Los frutos verdes tienen virtudes astringentes; el caldo de sus cocciones se usa en gargarismos contra la initación de la garganta, en forma de colirio en las inflamaciones de los ojos, y en lavados intestinales en los casos de dianeas.

Algodonero:

Esta planta crece espontánea en muchos lugares, y en cultivo se produce en gran cantidad. La materia que se llama algodón es la membrana de los pelos que envuelven las semillas. Las flores, hojas y semillas del algodonero, en infusión de 12 a 15 gramos por 1 litro de agua, dan un remedio de gran alivio en las afecciones pulmonares y bronquiales, si se toman en pequeñas dosis, resultando valiosa, además en los casos de disentería. La semilla contiene un aceite comestible Con un tratamiento especial, las industrias crean el algodón hidrófilo, de tanto uso en medicina y cirugía.

Alholva o fenogreco:

Por sus muchas virtudes medicinales esta planta anual se cultiva ya industrialmente. Sus flores son blancas, chiquitas, solitarias; las hojas, trifoliadas, se parecen mucho a las del trébol, aunque más pequeñas; el tallo es débil, alcp ramoso y llega hasta 40 centímetros de altura. Se usa la semilla, reducida a polvo, como cataplasmas; se prepara formando una pasta con agua fría, se pone al calor tenue del fuego —revolviendo la masa hasta que tome consistencia—, se la coloca sobre una gasa y se aplica en la zona afectada. Hay que renovar la cataplasma algunas veces durante el día, dejando una por la noche. Con este remedio se logra madurar los tumores, y ablandar toda clase de hinchazones, forúnculos, etcétera. De la alholva en polvo (50 gramos por 1 litro de agua), se hace un cocimiento para la curación de heridas, colando bien el caldo y aplicando los fomentos tibios en la zona enferma. En esta forma se curan heridas putrefactas, tumores y Hagas tuberculosas, además de abscesos, tumores, y postemas cancerosas y gangrenosas. Para calmar las irritaciones del aparato digestivo, se prepara la cocción de las semillas machacadas, 30 gramos en 1 litro de agua, que se usará en lavativas intestinales. En la dosis de 5 gramos de la planta por 1 taza de agua hirviendo, se deja enfriar, se cuela muy bien, se le añade miel de abejas y se usa en gárgaras cuantas veces se necesite para reducirla inflamación de la garganta.

Almendro:

Es un árbol frutal que se cultiva en abundancia. Su fruto, la almendra dulce, tiene muchas virtudes terapéuticas, a parte de constituir un buen alimento, sano y nutritivo; tonifica el cerebro, fortifica el organismo, cura las úlceras y acidez del estómago y aumenta la memoria. Contiene muchas sales minerales orgánicas y las vitaminas B. La horchata que se hace con los frutos combate las inflamaciones internas, aplaca las excitaciones nerviosas, y procura un sueño sereno y tranquilo; se recomienda en particular a Jos que padecen de los bronquios. Con moler las semillas de la planta se obtiene un aceite que es tónico, aperitivo, ablanda los tumores y abscesos y es levemente laxante; se toma una cucharada antes de cada comida. Si se toman durante un tiempo, en ayunas, dos cucharadas de aceite de almendras con el jugo de un limón, da buenos resultados en los casos de urticaria crónica. El aceite logra calmar los dolores del oído poniendo varias gotas en este órgano. Calma el dolor de las quemaduras cuando se aplica en las zonas afectadas.

Áloe:

Hay muchas especies de áloe, que se cultivan también con fines ornamentales; es una planta muy usada en medicina. Las hojas son largas, carnosas, con bordes espinosos; tiene flores blancas, amarillas o rojas; el fruto es una cápsula. Haciendo incisiones en las hojas sale un jugo que, condensado, constituye la droga; sus propiedades son tónicas, eupépticas y colagogas. La droga, en dosis de 0,02 a 0,05 gram. n es reforzante, digestiva y purgante. Psxa uso extemo, en llagas y úlceras, la misma dosis indicada se debe disolver en agua caliente.

Althaea rosa:

Llega a medir 2 metros de altura; tiene flores esplendorosas, hasta de 10 centímetros de diámetro, reunidas en racimos de color rojo, blanco o rojo violeta. La substancia activa está contenida en las hojas y en los pétalos; el cocimiento de las unas o de los otros es muy valioso en la faringitis, disentería e inflamaciones rectales; se usa como colutorio, por vía oral, y en lavativas.

Es una planta vistosa que vive en Europa; tiene flores blancas agrupadas en grandes umbelas. En la gastritis, colitis y falta de apetito, se emplea con buenos resultados la infusión de la raíz al 5%, y el extracto fluido en dosis de 30 a 80 gotas. Facilita la digestión si se toman algunas semillas después de las comidas.

Anís:

Se usa la semilla machacada en la proporción de 8 gramos para 1 litro de agua hirviendo; expulsa los gases del estómago y del intestino, es diurético, ayuda a la digestión, reduce los cólicos del vientre, quita el dolor de cabeza provocado porla dispepsia. Tomando una pizca de anís molido en poca agua se pasa el hipo.

Arándano rojo:

Es un arbusto pequeño, de apenas 30 centímetros de altura, que crece en los Alpes. Sus hojas son coriáceas y tiene flores rosadas o blancas; los frutos, de color rojo, son comestibles y contienen mucha vitamina C. Se usa la cocción de las hojas, al 10%, para combatir las diarreas y el catarro gastrointestinal. Otros arbustos de la misma familia son ricos en substancias tánicas, y se emplean como antisépticos del aparato urinario.

Aro:

Es una planta venenosa; si se comen sus bayas rojas de forma redonda se producen envenenamientos hasta muy graves. Sin embargo, preparando una tintura con sus rizomas tuberiformes, en la dosis de 5 a 10 gotas, tomadas tres veces al día, se cura la inflamación del estómago, del intestino y de las vías respiratorias y también los padecimientos de gota y reumatismo.

Arrayán:

Es un arbusto perenne, particular de la zona mediterránea. Las hojas son perfumadas, agudas, ovales, enteras y punteadas; sus flores son blancas, y el fruto es una baya negra. Se hace una infusión o una cocción del 5 al 10%, que se usan como gargarismos en la estomatitis, o se toman en los casos de bronquitis y cistitis.

Atropa belladona:

Con frecuencia esta planta es cultivada, pero vive silvestre en los bosques de Europa. Alcanza una altura hasta de 150 centímetros; tiene flores campanuladas y el fruto es una baya negra, que ya madura se pone amarilla. Su principio activo se encuentra en hojas, raíces y semillas; se aplica en muchísimos usos terapéuticos. Para nombrar algunos: actúa en las terminaciones nerviosas aplacando el dolor; es antiespasmódica, por lo cual se emplea en asma y tos ferina; reduce el sudor en los tuberculosos, y también la hiperacidez gástrica, etcétera.

Azucena:

Es una planta proveniente de Asia, con muy bellas flores blancas, usada como planta ornamental. Los bulbos frescos, reducidos a pasta, para hacer cataplasmas, se agilizan para las infecciones de la piel y las quemaduras, o también se emplea el aceite de azucena, que se obtiene macerando los pétalos en aceite de oliva.

Beobab

Originario de África oriental, es un árbol gigante, llega a tener hasta diez metros de diámetro en su tronco, y las ramas veinte metros de largo. Sus propiedades terapéuticas son antidisentéricas y febrífugas, y contiene Jas hemorragias pulmonares. Rara obtener su acción febrífuga se toma en bebida, el corazón de su fruto; y para frenar las hemorragias pulmonares se utiliza, también en bebidas, el fruto seco, pulverizado y diluido en agua o leche; si se le agrega tamarindo, actuará como antidisentérico, y poniéndole una poca cantidad de goma, servirá para contener las pérdidas uterinas.

Bardana:

La propiedad sobresaliente de esta planta es la sudorífica, la más eficaz que se conoce. Por esta virtud se explica su actuación en algunas enfermedades tan graves como, por ejemplo, la sífilis, y en las cuales las intensas sudoraciones y la toma de tisana de bardana durante 3 meses son las razones de tan brillante éxito. Las cocciones de 15 a 30 gramos de la raíz en 1 litro de agua son usadas exteriormente en las enfermedades de la piel, con buenos resultados. La raíz también es muy efectiva en los casos de gota y catarros. Las hojas de bardana son cicatrizantes si se aplican exeriormente; limpian las úlceras, resuelven las llagas, en especial las de la tina, por lo que se da a la bardana el nombre de planta de los tinosos Si se da a los niños el cocimiento de bardana (25 gramos de raíz en 1/2 litro de agua), en cucharaditas, se curarán de manera prodigiosa del grave sarampión. Para emplear las hojas, externamente en heridas, úlceras y llagas, se deberán reducir a pasta en un mortero y aplicarlas en seguida.

Beleño negro:

Esta planta, que mide hasta 70 centímetros de altura, tiene un desagradable olor; la corola es amarillenta, las hojas son blandas y angulosas; las hojas y las semillas contienen la droga. Sus virtudes terapéuticas son iguales a las de Atropa belladona, pero su acción narcótica es más acentuada. Es además antiespasmódica, disminuye la hiperacidez gástrica y reduce el sudor de los tuberculosos.

Betónica:

Es una planta cuyas propiedades medicinales son muy conocidas desde la más remota antigüedad. Se prepara la infusión con 1 ó 2 cucharadas de droga por cada taza de agua, que se toma 3 veces al día, una taza a la vez, en los padecimientos de vértigo, cefalea e hidropesía. La cocción en proporción del 10% se usa externamente, obteniéndose la cicatrización de úlceras varicosas y heridas infectadas difíciles de curar.

Bistorta:

Se considera el astringente m&s poderoso entre los vegetales. La cocción de sus raíces (25 gramos, bien apretadas en 1 litro de agua), corta o disminuye las dianeas y las disenterías, cuando los síntomas inflamatorios hayan ya desaparecido. Se usa como gargarismo en los males de la garganta, y logra incluso fortalecer las encías. Usado el polvo de la raíz, 2 a 3 gramos en 200 gramos de miel, resulta muy buen tónico.

Boldo:

Es un arbusto aromático; las hojas contienen un alcaloide, boldina, un glucósido, bul-doglucina, y una esencia. Si se usa en dosis moderadas, el boldo ayuda a la función biliar y provoca el sueño, y actúa con gran benefìcio en los dolorosos cólicos hepáticos y en las congestiones del hígado. La cocción se hace con 10 gramos de hojas de boldo en 1,000 gramos de agua, para tomarse 2 ó 3 tazas al día. También se puede preparar como té, con 2 ó 3 hojitas.

Bolsa de pastor:

Es una pequeña crucifera que crece espontánea en los sembrados y en terrenos no cultivados. Sus flores son blancas, chiquitas, distribuidas en racimos en la extremidad de los tallos; el tallo es simple, cilindrico, delgado y alcanza hasta 40 centímetros de altura. Los frutos son aplanados y triangulares, y se abren en la mitad de las caras de forma que se parecen a una bolsa, de lo cual se deriva su nombre; las hojas son en roseta. Si se emplea de 10 a 15 gramos de su jugo, y se toman dos cucharaditas al día, actúa como antidia-rreica y antihemorrágica. Se puede también preparar la cocción de la planta fresca y entera al 5%, para tomarse de dos a tres tazas diarias.

Boswellia carteri:

Este arbolillo vive más bien en Somalia y en Arabia; de él se deriva el incienso, largamente usado en las ceremonias religiosas, y que es una gomorresina que se obtiene de la corteza de Boswellia. En medicina se usa para hacer inhalaciones en los casos de afecciones respiratorias, y como cataplasmas contra el reumatismo, aplicándose sobre las zonas doloridas.

Branca ursina:

Es una umbelífera muy grande, común en la Península Ibérica. Se usan los frutos y las partes verdes de la planta, en cocción o en polvo, por sus valiosas propiedades sedantes del sistema nervioso.

Brusco:

Pertenece a la familia de las liliáceas; es una planta autóctona leñosa, con las hojas reducidas a escamas membranosas y sustituidas por filocla-dios (hojas falsas), siempre verdes, brillantes, con pinchos agudos y con flores en su centro. Los frutos son rojos, se parecen a la cereza silvestre. El rizoma st emplea en cocción al 5%, usándose como aperitivo, antirreumático, diurético y en las enfermedades del hígado.

Buchu:

Arbusto de África del Sur, del Cabo de Buena Esperanza; de él se emplean sólo las hojas, que se parecen mucho a las del Sen, pero son más gruesas y dentadas; su olor y saber recuerdan a la menta.

Se hace la infusión al 20 por mil, y se toma en cualquier momento: resulta ser un estupendo diurético, y se usa contra eJ catarro de la vejiga y de la uretra. La infusión se emplea también en las lesiones del tubo digestivo, los cálculos, los calambres y en los casos de reumatismo y el cólera. Es diaforético, antiespasmódico y sudorífico. Con el aceite de la planta se dan fricciones en la parte doliente de los dolores reumáticos. Para emplearse como digestivo y en las enfermedades de la vejiga, se hace un té con las hojas, al 10%; el té al 1% es un buen sudorífico.

Se le conoce también como té andino; es una hierba que se usa como estimulante aromático, es decir, que resulta eficaz en las digestiones difíciles, dispepsia, hiposténica, mareos, vértigo y todos los malestares de origen gástrico. Se prepara en infusión como el té, con 5 gramos por taza de agua caliente, tomándose bien caliente después de las dos comidas principales.

Cabello de Angel

Es una planta silvestre parásita, muy conocida; crece agarrada a otras plantas por medio de sus raicillas chupadoras. Su acción es depurativa, hepática y diurética, para esto se hará la infusión con 40 gramos de la planta fresca, o 10 gramos de la seca, en 1/2 litro de agua, a tomarse en cualquier momento. Resulta valiosa en las enfermedades del hígado y en las afecciones de la piel. Las cataplasmas de la planta se utilizan, con muy buenos resultados, en las IJagasyenlos tumores inflamados purulentos. Se dice que durmiendo en colchones y almohadas rellenas de la planta y siguiendo, además, un tratamiento a base de jugo de limón, los reumáticos obtienen beneficios muy considerables.

Cachanlagua:

Es una plantita silvestre anual; su tallo, de 10 a 40 centímetros de altura, es derecho, tiene hojas opuestas, oblongas y puntiagudas; las superiores son lineales. Las flores, de color rosado, forman un corimbo abierto y se sostienen en pedúnculos más largos que las hojas. Toda la planta tiene un sabor amargo en exceso. Se usa particularmente como refrescante de la sangre y tónico depurativo, se pone a macerar por varias horas o se hace la infusión, 10 gramos de la planta por 1 litro de agua, y se tomará, de preferencia, en ayunas. Para aplacar y curar la fiebre es un válido sustituto de la quina; como depurativo se usa en las afecciones reumáticas, del hígado, ictericia, eczemas y enfermedades de la piel. Además es aperitiva, estomacal, sudorífica, calma los nervios, reduce la palpitación del corazón, cura las fiebres inflamatorias, la pleuresía, el dolor de costado, la epilepsia y el reumatismo de los músculos intercostales, y es muy eficaz al comienzo de la pulmonía.

Canela:

Este árbol nace espontáneo en Ceylán y en las Indias orientales. La droga se encuentra en la corteza cuando se le ha quitado el corcho, y se usa en medicina por sus virtudes antidiarreicas, eupépticas y contra los trastornos digestivos. Las dosis a emplear son: de 0,5 a 2 gramos de polvo; de 10 a 20 gotas de extracto fluido, de 40 a 50 gotas del tintura. La infusión se usa como colutorio, su aceite, en fricciones, como antirreumático.

Capuchina:

En Chile se da a esta planta el nombre de espuela de galán. Crece más de dos metros. Es una planta anual, de jardín, muy bella; es ramosa y tiene tallos trepadores; las flores, de un lindo color a naranjado y rojo, son grandes, solitarias.

Florece en primavera, La flor tiene un aroma suave, su sabor recuerda al del berro; las hojas se comen en ensaladas, solas o con otras verduras. Tiene propiedades depurativas de la sangre, cura las escrófulas, granos, eczemas, etcétera, y resulta excelente contra el escorbuto, las hojas frescas curan los moretones de los golpes. Los frutos maduros y secos de la planta, pulverizados, en la dosis de 1/2 (jramo de polvo, disuelto en un poco de agua, constituyen un buen purgante.

Caqui:

Es un árbol frutal originario del Japón, que es cultivado en cantidad. Cuando en invierno pierde todas sus hojas se cubre de hermosos frutos de color rojo, destacándose entre otros árboles por su bonito aspecto; esta fruta debe comerse sólo cuando está bien madura, y es una de las más nutritivas; su acción es muy buena en las enfermedades del hígado, pero debe comerse con moderación. Tiene, además, especiales virtudes laxantes, y se recomienda contra los trastornos intestina/es, y también para aliviar los catarros de la vejiga.

Carbón:

Hay tres especies de carbones que son utilizados en medicina; el fósil o de piedra, que se llama también hulla; el de álamo blanco o Bellos (vegetal), y el animal. El primero da un aceite antiparalítico y antigotoso; el segundo es antidiarreico y antiescorbútico, y se usa incluso en las fiebres pútridas y llagas sarnosas; el tercero, que se obtiene quemando osamentas de animales, es útil contra el mal aliento y las llagas gangrenosas. El primero se usa solamente en fricciones; del segundo se toma una cucharadita de café cada vez, o en pastillas; el tercero se emplea en uso externo, para úlceras y en buches para el mal aliento. Se puede utilizar, también en uso interno (de 10 a 40 gramos por vez), para obtener efectos vermífugos, laxantes y antiherpéticos.

Cardo común:

Esta planta alcanza hasta 40 centímetros de altura, sus grandes flores amarillas son reunidas en capitule» con brácteas aculeadas; las hojas, de color verde claro, son pilosas y espinosas. Usando la planta entera se hace un aperitivo, sumamente eficaz para estimular e! apetito, pero en general se utilizan mejor las sumidades floridas, en cocción, empleando de 5 a 15 gramos en 200 mililitros de agua; o en infusión, con 5 gra-(¿^í mos por una taza de agua, para tomarse

antes de las comidas. Se puede también preparar un vino, macerando 20 gramos de droga en 1 litro de buen vino, que se tomará en 1 ó 2 cucharaditas antes de las comidas. Hay que tener cuidado de no administrarlo a personas con trastornos renales o que sufren de hiperacidez gástrica.

Cardón o chagual:

Es una planta silvestre que vive en los cerros y montañas; el tallo tierno de la flor logra alcanzar hasta 4 metros de alto. Es comestible, y con él se preparan ensaladas y el dulce de Chagual, que es muy apreciado. La cocción del tallo u hojas, en 40 gramos por litro de agua, sirve como agua de tomar a pasto, y es muy beneficiosa en las diarreas de ios tísicos, la disentería, las fiebres crónicas y las inflamaciones e irritaciones del estómago; además ablanda los tumores y abscesos.

Carlina:

La carlina tiene el tallo muy corto y a veces nulo; el capítulo está solitario y es bastante grande; las hojas son muy espinosas. En otoño es cuando la raíz está más rica en principios activos, o sea, que tiene mayores virtudes diuréticas, tónicas y diaforéticas (sudoríficas). Se puede emplear la cocción, en la dosis de 10 a 20 gramos de raíz en 200 gramos de agua; o la infusión, en la proporción de media cucharadita de raíz por taza de agua, tomada dos veces al día; o el extracto fluido en la dosis de 2 a 5 gramos. Hay que tener cuidado de no aumentar estas dosis.

Castaño de la India:

Es un árbol hermoso, frondoso y alto. Sus hojas son caducas; tiene flores numerosas, olorosas, blancas o variadas, apretadas, puestas en forma piramidal; cápsula gruesa, verde, erizada de espinas, y semillas lustrosas. La corteza contiene gran cantidad de tanino y una substancia amarga; posee virtudes astringentes, febrífugas y tónicas. Se prepara la cocción de la corteza de las ramas tiernas, con 20 gramos por cada litro de agua, para tomarse de media a una taza cada 2 horas. Es muy activa contra toda clase de fiebres. Reducida a polvo, la corteza se absorbe como rapé, activando asila secreción mucosa. Las semillas de la planta contienen dos glucósidos, esculina y es-culetina, que son muy curativas del sistema venoso, en especial de las várices y las hemorroides. En Europa, las hojas tiernas se usan para suplir al lúpulo en la fabricación de la cerveza.

Cebolla:

El bulbo de la cebolla tiene varias aplicaciones en la farmacología; sus mayores virtudes son: hipotensivas, antibacterianas y antianémicas. En estado crudo, y en las dosis que oscilen entre 50 a 500 gramos al día, resulta muy valioso como desinfectante intestinal y diurético. La cebolla es rica en sales orgánicas y otras substancias. Deben comerlas en abundancia las personas débiles, las enfermas de los nervios, de los ríñones y vejiga, de reumatismo, gota, hidropesía, diabetes, obesidad, tuberculosis e inflamación de las articulaciones; alivian el dolor de los pulmones, del cáncer y de la sífilis; eliminan las impurezas y las toxinas de la sangre, y remineralizan la sangre, activando la circulación. Las ensaladas de cebollas crudas curan el escorbuto y el insomnio, tonifican el cerebro, estimulan la digestión, purifican elestómago ylos intestinos, combaten la tos, la bronquitis y el asma. En ios casos de hidropesía se debe dar la cebolla como único alimento, machacada con leche fría. □ jugo de cebolla ps óptimo calmante para el dolor de los diente'; y de la cabeza y se usa también para combatirla embriaguez. Es muy útil y eficaz en todos los estados griposos. El jugo de cebolla con agua es un valioso antiséptico y sirve para curar úlceras, heridas y llagas. La friega con jugo de cebolla alivia los dolores neurálgicos y reumáticos. Las cebollas cocidas pierden en gran parte sus propiedades medicinales y nutritivas. El caldo de. las cebollas cocidas es depurativo y hepático y se toma para curar las inflamaciones del hígado.

Caüdonia mayor:

Su nombre científico es Chelidonium majus, crece en los lugares húmedos y es muy común en las zonas umbrías españolas. Alcanza hasta 70 centímetros de altura: sus flores son amarillas, reunidas en pequeñas umbelas; la raíz es gruesa y contiene un látex anaranjado, de un olor desagradable. El extracto fluido de la raíz, en la dosis de 25 a 80 gotas al día, y la tintura, en la dosis de 50 gotas, son benéficas en la hipertensión arterial, los espasmos intestinales y la angi-i;» de pecho. Cinco gramos de flores de celido- / nia por una taza de agua (hervir un minuto, dejar reposar y filtrar), dan el mejor colirio. La raíz, cortada en pedazos y puesta en infusión, es un buen remedio para lavar las herpes.

Centaura menor:

Se encuentra comúnmente en los prados de toda España, y florece en verano. Alcanza hasta 80 centímetros de altura y sus flores son rojizas, reunidas en corimbos. Son las flores las que contienen la droga; se prepara con ellas la infusión al 3%; se emplea, también, el extracto fluido, que debe tomarse en la dosis de 0,5 a 2 gramos, la tintura de 2 a 10 gramos; y el vino, 30 gramos de droga en 1,000 mililitros de vino blanco, para tomarse en vasitos. Sus apreciables virtudes terapéuticas sor devuelve las fuertes al organismo debilitado, es tónica eupéptica (favorece los procesos digestivos y aumenta el apetito), y estomacal.

Cicuta:

Es la planta más famosa en la Historia, porque nadie ignora que con ella se dio muerte al más grande filósofo de todos los tiempos: Sócrates. Es sumamente venenosa y nunca debe emplearse para usos internos. Crece en los lugares sombríos y alcanza hasta 2 metros de altura; sus hojas son verdes oscuras, muy subdivididas y dentadas; el tallo es hueco por dentro, las flores, blancas, están reunidas en umbelas compuestas. Se usa —sólo en muy pequeñas dosis— debido a sus propiedades analgésicas, antiespas-módicas y sedantes. Pero este uso es en forma de cataplasmas, que se preparan con la planta entera, y son antineurálgicas.

Clavel:

Se cultiva en los jardines y es muy conocido; hay muchas variedades de claveles, pero todas ofrecen las mismas virtudes terapèuticas. Contra la angina de pecho, se recomienda la dosis de 20 gramos por 1 litro de agua, de esta dosis se toma, algún'tiem-po, una taza en ayunas. Si se toma esta infusión en forma de té, después de las comidas, se facuita ¡a digestión y se fortifica el sistema nervioso y el corazón. El aceite de los claveles es muy beneficioso en los dolores de ciática y en ¡a parálisis. Si con este aceite se empapa un algodon-cito y éste se introduce en la caries de la muela, se logra calmar el dolor.

Clemátida flámula:

Esta planta es característica de los bosques mediterráneos y es en todo igual a sus congéneres, la C, recta y la C. vitalba; es decir que todas contienen el mismo principio activo, y las mismas propiedades terapéuticas. Las partes frescas de la planta se trituran y se aplican en las enfermedades déla piel sobre las partes afectadas, produciéndose un efecto revulsivo, debido a un alcanfor especial que contienen. En los casos de fuertes jaquecas, si se introduce la misma planta triturada en los orificios nasales, se logra la desaparición del dolor.

Coca:

Este arbusto pertenece al grupo eritroxiláceo de Bolivia y del alto Perú y se cultiva en Ceylán, Java, India, etcétera. Desde tiempos remotos los indios quechuas y aimaraes han usado las hojas de la coca como masticatorio, mezclándolas con ceniza de molle de Boli-

via o de quina, y a veces con cal, en un procedimiento espontáneo y primitivo, para obtener la cocaína por intervención de substancias alcalinas. La coca provoca una excitación nerviosa, pero calma la sensación de hambre, por lo que los indios pueden trabajar durante largas jornadas sin cansancio o fatiga. En caso de trastornos de las vías digestivas, en cólicos y calambres del estómago e intestinos, diarrea, dispepsia, etcétera, se usan las hojas a razón de 3 a 5 gramos diarios, en infusión, o masticándolas lentamente y pasando la saliva. En resumen, es calmante, estimulante, excitante, narcótica y tónica. Fbr la acción anestésica de la cocaína, que es su alcaloide, usada en masticatorio o gargarismo reduce, en seguida, el dolor causado por las inflamaciones de la boca, encías y garganta. Este alcaloide actúa fuertemente como anestésico local, por lo que sus sales son usadas en cirugía, en pequeñas operaciones y en las grandes intervenciones. La infusión al 1% excita el sistema nervioso y el cerebro. Piro, sin duda, el abuso de ella es muy perjudicial, dando origen a graves trastornos; usada en dosis fuertes hasta puede producir la muerte. Su acción anestésica sobre la mucosa nasal determinó su uso entre los artistas, porque suprimía la depresión psíquica; pero se pasó al abuso y así se creó el vicio llamado cocainomanía, tan funesto o más que la morfinomanía.

Codearía:

Es una planta altamente excitante. Las infusiones de codearía (20 a 40 gramos por litro de agua), resultan muy eficaces en las caquexias, manifestaciones escrofulosas, catarros pulmonares con secreción bronquial copiosa, asma, etcétera. Se emplea, con buenos resultados también, en los cálculos de la vejiga, en los reumatismos crónicos, fiebres intermitentes, hidropesía y herpes. Si cualquiera de estos procesos está complicado con irritacic cedoaria está contraindicada. Fara evitar inflamaciuiies de Jas encías y fortifícarlas, son muy eficaces las hojas frescas, masticadas. Contra ei dolor de muela surte efectos extraordinarios el siguiente licor: se preparan 60 yra.nos de codearía, de salvia y de romero, todo fresco y bien triturado, se añade un iimón en trozos, más 8 gramos de canela pulverizada, se pene en un frasco con 1/2 litro de aguardiente o coñac y, bien tapado con un corcho, se deja en infusión por 30 días, agitándose de vez en cuando. Una vez bien filtrado, se lava

con esto la boca cada mañana. Se ponen 8 ó 10 gotas del licor en una cucharada de agua tibia y se le empapa un pedacito de algodón, con el cual se frotarán las encías y los dientes; este preparado sirve también para prevenir ¡as caries. Cuando se tenga dolor de muelas, conviene enjuagarse con el licor, manteniéndolo en la boca el mayor tiempo posible.

Cochayuyo:

Es un alga marina que se encuentra a lo largo de los litorales, adherida a las rocas. Contiene yodo, como todas las algas, que es perfectamente asimilable por el organismo, y constituye, por consiguiente, un tónico aprecia ble y depurativo de la sangre. Las personas que están predispuestas al raquitismo y al escrofulismoy las que padecen de dispepsia, deben comer en cantidad notable el cochayuyo, que es, en verdad, una estupenda medicina natural. Cocido y machacado se aplica en cataplasmas, y en los tumores escrufulosos. El caldo de su cocimiento, usado en baños calientes altamente beneficioso en las enfermedades déla piel y en los dolores reumáticos.

Cohombrillo amargo:

Vive en la región mediterránea. Sus frutos son muy característicos: cuando están maduros se desprenden en forma espontánea del pedúnculo y arrojan a gran distancia a las semillas, junto a los jugos que ¡a llenan. Prensando o haciendo incisiones a lo¿ frutos maduros, se obtiene un jugo que se deja secar al sol y constituye el elaterio blanco; condensando éste a calor moderado, se produce el elaterio negro, que resulta ser menos activo que el blanco. El elaterio, usado en pildoras a dosis mínimas de pocos miligramos, es un violento y enérgico purgante.

Cola de caballo:

En medicina se utiliza toda la planta. Entre sus valiosas propiedades terapéuticas tiene las de ser astringente, diurética, detersiva, óptima para lavado de heridas, hemorragias, tumores, abscesos, etcétera. También actúa en las enfermedades hepáticas, siendo muy benefíciosa en ¡as de vejiga, cálculos, afecciones del bazo y de! estómago. La cocción para tomar se hace con 15 a 20 gramos de la planta por 1,000 de agua, y las tomas, para los adultos, serán de 100 a 200 gramos. Contiene tan gran porción de sílex, imprescindible para el organismo humano, que parece se deba a ésto el éxito excelente de la planta en los casos de tuberculosis. Después de unos meses la mejoría alcanza la plena cicatrización de las lesiones provocadas por el bacilo. Para tomar el polvo de la planta, se asociará a los preparados calcicos. Es estupenda su acción hemostática en las ulceraciones varicosas, hemorragias del estómago y la matriz y, en especial de ¡as hemorroides sangrantes. Para uso externo: poner 100 gramos de cola de caballo en 1 litro de agua; cuando empieza la ebullición, hacer hervir durante 15 minutos, y aplicar este cocimiento, frío, en las zonas afectadas.

Cólquico:

Esta planta crece en Europa central y llega hasta los Pirineos. En otoño, cuando la planta está desprovista de hojas, hacen aparición sus flores, de tonalidad liliácea; las hojas brotan en primavera, al madurar las cápsulas que llevan en sí gran cantidad de semillas. Todas las partes de la planta contienen la colqulcina, un veneno celular que es usado con eficacia en los ataques agudos de gota. La tintura de semillas de cólquico, de 15 a 30 gotas diarias —aumentándose progresivamente—, sólo se tomará en los casos de gora aguda o crónica.

Congona:

Esta es una planta muy apreciada para tener en los jardines. La infusión, que se hace con un cogollito por taza de agua hirviendo, cura la flatulencia y ¡as enfermedades de ¡as vías urinarias. Si se mezcla con aceite comestible, caliente, el jugo de su tallo u hojas en partes iguales, alivia pronto el dolor del oído, para lograrlo se coloca en la cavidad un algodoncito empapado de la mezcla y se frote con ella detrás de la oreja. Esta mezcla se usa, también, en fricciones, para dolores reumáticos.

Convalaria o muguete:

Vive silvestre en las zonas umbrías y montañosas, pero se cultiva en los jardines por la belleza de sus blancas flores y su incomparable perfume. Estas, pulverizadas o en infusión, actúan como las digitales: aumentan la intensidad de contracción del corazón, disminuyen ¡a frecuencia de ¡as pulsaciones y favorecen la diuresis (secreción abundante de la orina), ejerciendo una acción de particular eficacia en los trastornos cardíacos acompañados de edemas. Para fortalecer el corazón se hace la infusión de la planta al 1% (2 gramos de planta en 200 gramos de agua para un día, dividida en varias tomas), que se administran 10 ó 12 días seguidos, y no más, pues de lo contrario causa diarreas.

Correhuela:

Pertenece a la familia de las convolvuláceas; es una planta muy común de los huertos y los campos de las zonas mediterráneas. Florece en verano. Su tallo es rastrero, o bien se agarra a cualquier sostén; las hojas son asaeteadas; la corola de su blanca flor es gamopétala (de una sola pieza) y presenta la figura de un embudo. La infusión de las hojas tiene propiedades purgantes, lo mismo que el jarabe, preparado con el jugo de la raíz, para tomar 2 cucharaditas. Se emplea también para aliviar el asma, y como aperitivo; para ello se usan 50 gramos de la planta verde, o 20 gramos de la planta seca, se le da un hervor y se toma fría con jugo de limón, a cualquier hora.

Cousso:

Para su empleo en medicina, deben desecharse de esta planta las inflorescencias masculinas, que son de color verdoso, escogiendo las flores hembras de color rojo, que sí resultan efectivas. La cusina, que es su principio activo, es un óptimo tenífugo de pronto efecto, porque a más tardar una hora después de haberla tomado se produce la evacuación, que se repite luego, hasta que a la tercera o cuarta se expulsa completamente el parásito. Para esto, el enfermo, desde el día anterior, tendrá que seguir la más estricta dieta. La infusión se prepara con 20 gramos de las flores, pulverizadas, en 150 gramos de agua destilada hirviendo; dejarla por 15 minutos y beber toda la mezcla de una vez y sin filtrar. Si pasada una hora no hubiese tenido efecto, se tendrán que tomar 60 gramos de aceite de ricino. Con la infusión de la raíz y flores, de 15 á 30 gramos por litro de agua, se curan con éxito los catarros pulmonares crónicos, el asma visceral crónica y hasta la tuberculosis pulmonar. Además es útil contra los catarros de la vejiga, de la vagina y de la uretra.

Cuasia C:

Es un arbusto americano que vive en los climas tropicales. La cocción o maceración de la corteza, el leño picado o la raspadura de la planta, en dosis de 8 a 10 gramos por litro de agua, se toma cuando hay transtornos de las vías digestivas, dispepsia, falta de apetito, debilidad general y contra la fiebre. Tiene un sabor amargo, pero no es astringente: estimula la digestión, purifica la sangre, fortalece el estómago y, además, resulta muy buena administrándola en los casos de disenterías, diarreas, anemias, clorosis, escrófulas y raquitismo. La cocción de cuasia en lavativas, es muy eficaz para eliminar las lombrices intestinales (ascárides). Además tiene un efecto mortal sobre las moscas, lo que se logra con una cocción al 2% a la que se añade azúcar o miel y luego se pone en platitos o utensilios donde las moscas puedan ir a chuparla.

Culen fe:

Es un arbusto que crece silvestre en arroyos y terrenos húmedos y a orillas de los nos. Se hace la infusión con 30 gramos de cogollos por litro de agua, y se bebe como té o agua de pasto, como estimulante estomacal, digestiva y tónica; ayuda en la indigestión, expulsa las lombrices intestinales, cura las llagas y heridas y es astringente. En especial cura la diabetes, la cocción, a tal fin, se hace con 50 gramos de cogollos por litro de agua; se bebe en taza, en cualquier momento, y se puede usar durante un tiempo, pero cuidándose de seguir una dieta vegetariana.

Chachacona:

Esta planta es silvestre y se encuentra en la cordillera de Coquimbo, Atacama, San Juan y Mendoza, en Argentina. Para aliviar el asma se toma la infusión de la raíz en 20 gramos de ésta para 1 litro de agua. Si a esta bebida se le agrega jugo de limón se obtiene el mejor remedio para curarla tos catarral crónica; además es desinfectante y estomacal, y también sirve para calmarlos dolores délas menstruaciones difíciles. Se toma una taza, caliente y endulzada con miel de abejas, 3 veces al día.

Charrusco:

Es una planta silvestre anual, conocida más bien como maleza, que alcanza hasta un metro de alto; el tallo es cilindrico, ramoso, de hojas grandes con dientes agudos y de color verde oscuro que exhalan un olor fuerte y son de sabor amargo, áspero y nauseabundo. En el verano florece y sus flores son blancas y violáceas, solitarias y de pedúnculo corto. Su fruto es del tamaño de un huevo chico, tiene color verde al nacer, pero se pone oscuro y duro cuando madura; contiene en las cuatro cavidades las semillas, de color negruzco. De la planta se obtiene un alcaloide, la atropina, que se emplea para dilatar la pupila. Si se secan las hojas, se pulverizan y se queman sobre brasas, el humo que se produce, aspirado por la boca y la nariz, logra calmar pronto la agitación, sofocación y los accesos asmáticos. Los cigarrillos de estramonio se preparan así: hojas secas de chamico 6 gramos, hojas secas de tusílago 2 gramos, hojas secas de belladona 2 gramos; se pican como si fuera tabaco, se mezclan bien y se hacen 10 cigarrillos. Las hojas y semillas frescas, machacadas y hervidas en aceite, se usan en fricciones contra los dolores reumáticos y ios machucones.

Chañar C:

La planta es silvestre y su fruto es comestible; las ramas, que tienen espinas en lps extremos, se emplean para cercar sitios. Es muy buena para curar la gripe, ¡a influenza, los resfriados, los catarros, la tos, la bronquitis y las enfermedades pulmonares. El cocimiento de la corteza se hace con 20 gramos para 1 litro de agua; se deja hervir por 3 minutos, se le añade jugo de limón y miel de abejas y se toma caliente al acostarse, y fría durante el día, todo el tiempo necesario para vencer la enfermedad. La cascara de chañar tiene virtudes diuréticas, emolientes, expectorantes y báquicas (cura la tos).

Dedal de Oro

Es una pequeña planta silvestre que se cultiva en los jardines por sus lindas flores color de oro; se la encuentra abundante en los cerros. Toda la planta contiene protopina y queleritina, alcaloides casi inocuos y de óptimas propiedades hipnóticas; por esto se la considera como calmante suave e inofensivo. La infusión se prepara con 20 a 30 gramos de hojas frescas por litro de agua y se toma de media a una taza, al acostarse. A los niños chiquitos debe dársele a cucharadas, sustituyendo con ventaja a la Adormidera, que es peligrosa por contener opio.

Diente de león:

Esta planta, muy común, pertenece a la familia de las compuestas y es sin tallo; su altura oscila entre los 20 y los 60 centímetros. La raíz es parda en lo externo y blanca en el interior; de ella nacen directamente las hojas, muy divididas, lampiñas, de lóbulos lanceolados y que contienen un jugo lechoso; las flores son amarillas, con un largo pedúnculo, reunidas en capítulos. Sus hojas se comen en ensalada, son de sabor amargo, pero tienen un alto poder depurativo de la sangre. Hojas, raíces y flores contienen el jugo lechoso. Desde la antigüedad se conocen sus virtudes colagogas, diuréticas y estimulantes de la secreción del jugo gástrico; resulta muy eñeazen las inflamaciones de hígado y del bazo. La cocción se hace del 5 al 10% con la raíz o las hojas, o con ambas; si se toma en ayunas, de una a dos tazas, actúa como laxante o purgante, respectivamente.

Digital o dedalera:

Mide de 50 hasta 120 centímetros de alto; tiene las hojas inferiores ovales y oblongas y las superiores lanceoladas; las flores, péndulas, están puestas en racimos alargados, la corola es gamo-pétala (la corola de una sola pieza), glabra y de color rojo púrpura en el interior; el fruto es una cápsula. Vive silvestre en las regiones de clima atlántico y se cultiva también como planta ornamental. La droga está contenida en las hojas; tomada en infusión o en polvo, constituye e¡ cardiocinético (movimiento del corazón) más importante y valioso; disminuye el ritmo de los latidos cardíacos, aumentando la amplitud de la diástole (dilatación del corazón y ¡as arterias), y ¡a fuerza de contracción sistólica (sístole, contracción del corazón y arterias que produce ¡a circulación de la sangre); activa también la diuresis, eliminando los edemas debidos a enfermedades cardíacas. El tratamiento con digital no puede prolongarse por mucho tiempo, porque tiene poder acumulativo, y, por ende, debe usarse siempre por prescripción médica.

Dulcamara:

Esta planta tiene tallos delgados, sarmentosos (sarmiento, la rama de la vid) y trepadores, de hasta 2 metros de largo; las hojas son de color verde intenso, alternas, coriáceas, de las cuales unas son enteras y otras divididas en tres segmentos; las flores son violáceas y las bayas de un rojo vivo, cuando están maduras. Se prepara la infusión de los tallos al 2%, y se toma una taza en ayunas. Sus virtudes son: diaforéticas, diuréticas, sudoríferas y depurativas.

Durazno:

Árbol frutal muy cultivado, hasta en jardines, por su excelente fruto. Los duraznos son nutritivos, sanos digestivos y un poco laxantes, contienen muchas vitaminas y todas las sales minerales. Actúan como depurativo y alcalinizante de la sangre, tonifican y, remineralizan el cuerpo, expelen las toxinas, combaten el estreñimiento, ayudan a ¡a secreción de ¡a hiél y tienen efecto beneficioso en las enfermedades del hígado; curan la debilidad y el reumatismo. La infusión de las hojas y las flores, a razón de 20 a 30 gramos por litro de agua, alivia a ¡os enfermos del estómago y de los ríñones, ayuda en el estreñimiento, expulsa a las lombrices intestinales y sirve de purgante.

Encina

Arbol de gran magnitud, la encina es ramosa, de tronco grueso, hojas ovaladas y dentadas. Su fruto es la bellota; la infusión de las hojas (de 8 a 20 gramos por litro de agua), es un tónico general para el organismo, y sirve en las afecciones del hígado, los cálculos, ¡as diarreas y ¡as hemorragias. La infusión de las hojas en vino tinto y con miel de abejas se usa en gargarismos, y también en la angina crónica. En la curación de ¡a fístula del recto se emplea con muy buenos resultados la cocción de 30 gramos de corteza tierna en 1 litro de agua; la cocción se cuela bien y, sirviéndose de una pera de goma, se usa en lavados rectales aplicándolos uno o dos días; luego se continua con irrigador hasta obtener la completa curación. En las inflamaciones e hinchazones de las glándulas (paperas), se aplica, caliente, en la parte, un paño empapado en dicho cocimiento; con los baños calientes de asiento es eficaz en los colapsos o descensos del recto o de la matriz. En los casos de úlceras, contusiones y enfermedades de la piel, tienen éxito los baños generales de cocimiento de ramas de encina.

Enebro:

Vive en las montañas de Europa, donde se encuentra en abundancia. Sus frutos, que son verdes al producirse, se ponen azules o negros azulados cuando se maduran, y son pequeños. Destilando en seco la madera se obtiene la droga que se llama miera o aceite de cada, con la cual se preparan los linimentos y pomadas que sirven para afecciones de la piel tales como eczemas, herpes, etcétera. La cocción de los frutos machacados (25 gramos por litro de agua), se toma como té después de las comidas, y fría durante el día. Los frutos poseen óptimas virtudes: son depurativos, diuréticos, estomacales, antiescorbúticos, antirreumáticos, estimulantes y tónicos. El uso diario y continuo, durante algún tiempo, de la cocción fortalece el organismo y cura las enfermedades de la sangre y de las vías urina-rías y digestivas. Obtiene también un gran éxito en la debilidad y enfermedades del corazón, la pleuresía, los dolores del pecho, el asma, la tos seca, el catarro pulmonar y vesical, hidropesía, sensación de ahogos, gota, blenorragia, cálculos, dispepsia, mal de piedra, trastornos debidos a la menopausia y leucorrea. Para el reumatismo, dolores neurálgicos, cansancio, se usa en lociones y fricciones utilizando 5 gramos de frutos de enebro, 3 gramos de espliego, 4 gramos de alcanfor y 100 gramos de alcohol; se dejan macerar las plantas por 12 ó 15 días, se filtra.

Escabiosa:

Pertenece a la familia de la dipsacáceas, es silvestre, mide de 70 centímetros hasta 1 metro de alto. Sus hojas superiores son lobuladas, y las inferiores enteras y ovaladas; las flores, que son grandes, están reunidas en cabezuela semiesférica, tienen la corola azulada y nacen de la axila de brácteas madres, rodeadas por un sobrecáliz. Las semillas son abundantes. Para emplearla como depurativa se hace la infusión al 3 % de la planta entera. Con 30 gramos de raíces cortadas en trocitos y un litro de ron o coñac se prepara un licor que es apetitivo y digestivo}] se toma en copitas, antes o después de las comidas principales. Se usa también, con pleno éxito, en las enfermedades de la piel, contra las herpes, la sama y Ja tina, es muy útil, también, en los casos de asma y catarros crónicos, la gota, el sarampión, la peste, la viruela y el tifus exantemático. La cocción se hace con un puñadito de raíces y hojas en 1/4 de litro de agua.

Espárragos:

Se trata de una hortaliza sana, nutritiva y de fácil digestión. Los espárragos blancos son muy inferiores a los verdes, siendo menos nutritivos y muy pobres en minerales y vitaminas. De la cocción de las raíces —30 gramos por litro de agua— se bebe, en cualquier momento, su caldo colado, resultando óptimo en la hidropesía, reumatismo, afecciones del hígado bazo, ictericia y tos rebelde. Además, calma el corazón sin irritar el estómago, motivo que la hace preferible a la digital. El cocimiento de las raíces, al 2%, es aperitivo y diurético, de igual forma actúa el jarabe de punta de espárragos, del que se administran 3 cucharadas en cada toma, dos veces al día, en un poco de agua. Se prepara machacando las puntas frescas, exprimiéndolas para extraer el jugo, al cual se añade una parte y media de azúcar por cada parte de zumo, y se hierve al baño maría hasta que cuaje el jarabe.

Espinaca:

Esta planta es anual, se siembra en surcos al empezar la primavera y se recogen las hojas a medida que la planta va creciendo. Las espinacas son un alimento precioso por las sales minerales y las vitaminas que contienen; si se comen cocidas no se debe desperdiciar el caldo que recogió dichos elementos. Además son diuréticas, calman las inflamaciones del tubo digestivo, hígado y ríñones, también usadas en lavativas, constituyen un buen calmante. Machacadas con aceite de oliva y aplicadas en cataplasmas sobre el vientre quitan la inflamación y el dolor. Esta planta se recomienda a las personas con poca cantidad de sangre, raquíticas, anémicas o convalecientes. Las personas muy nerviosas, de carácter irritable, y aquellas que hacen una vida absolutamente sedentaria, deben comer muchas espinacas crudas y cocidas; si se comen crudas mejor, porque se aprovecharán todas sus substancias orgánicas.

Espino:

Este arbusto pertenece a la familia de las ramnáceas, tiene tallo erguido y ramas con espinas terminales cubiertas con una corteza gris negruzca. Las hojas están opuestas y son ovales, puntiagudas y ligeramente dentadas; las flores son pequeñas, muy fragantes, de color amarillo verdoso, axilares; el fruto es una baya oscura, casi negra cuando está madura, y las cuatro semillas que contiene dan por trituración un zumo rojizo, de sabor acre, desagradable. Por el tanino que contiene, esta planta es astringente; la cocción de los palos delgados o de la corteza, en 50 gramos por 1 litro de agua, se toma de 2 a 3 tazas en el día, diariamente, según se necesite. Este cocimiento sirve también para lavar y curar las heridas, las contusiones y las úlceras. También se prepara jarabe mezclando en igualdad de peso el jugo extraído de las bayas con el azúcar; la mezcla se hace disolver al baño maría y se deja hervir hasta que se forme un sirope; se toma una cucharada mezclada con agua, y se puede repetir cada tres horas. En esta forma actúa como un enérgico purgante, pero por lo fuerte de su acción sólo se emplea en congestión cerebral, apoplejía, etcétera. Las semillas, tostadas y molidas, se preparan como el café, obteniéndose una bebida depurativa eficaz en el reumatismo y la vejiga.

Espliego:

Con esta planta se prepara la conocidísima esencia de lavanda, tan usada en perfumería. Para los casos de asma y tos ferina se hace una infusión de las flores al 5%, de la que se toman 4 tazas al día; la infusión es un magnífico antiespasmódico. Se utiliza también para preparar linimentos contra la alopecia (enfermedad de la piel que causa la caída del pelo), la emicrania y el ligero malestar. Se puede también usar la tintura, de 2 a 4 gramos, para uso interno. En general, el espliego se usa para preparar un líquido que sirve en fricciones y que consiste en alcohol de espliego al 15%, o en alcohol compuesto que se prepara así: sumidades frescas de ajenjo, espliego, melisa, mejorana, menta, salvia, romero y tomillo en cantidad de 4 gramos de cada una, 8 gramos de flor de manzanilla y 100 gramos de alcohol. Se hacen macerar las plantas en alcohol por 7 días, y se cuela (mejor si se destila).

Estramonio:

Esta planta es herbácea, de la familia, de las solanáceas; a menudo es cultivada. Su tallo es redondo, más bien fuerte, ramoso, de color verde pálido, de casi 1 metro de longitud. Es de olor desagradable; las hojas muy anchas, dentadas, de color verde ceniciento; las flores, grandes, de 8 a 10 centímetros, tienen una corola blanca o violácea campanulada, más larga que el cáliz, aislada en cada rama. Los frutos son cápsulas coriáceas con aguijones rígidos, parecidas a las nueces, espinosas, divididas en cuatro partes que contienen semillas. La droga está contenida en las hojas; en su empleo tiene algún parecido con la belladona, pero se usa más bien en fumigaciones. El estramonio, mezclado con belladona, digital, lobe-lia, mirra e incienso, en forma de cigarrillos contra el asma, es muy efectivo. Además es anticólico, cuando se usan sus hojas en decocción al 4%, con harina de lino, y en cataplasmas, empleando la decocción de hojas, semillas y raíces.

Estrofanto:

Es un arbusto sarmentoso (sarmiento es la rama de la vid) de Africa tropical, de la familia de las apocináceas. Tiene la corola tubular, con cinco lóbulos provistos de largos apéndices. Las semillas, que contienen glucósido, se usan en las enfermedades del corazón y son muy parecidas a la digital; también son diuréticas. El tratamiento debe siempre verificarse bajo estricto control médico. Su virtud como tónico del corazón era ya conocida por las antiguas poblaciones africanas, que.también usaban el jugo de las semillas para envenenar sus flechas.

Eucalipto:

Este árbol, muy conocido, erecto y de notable altura, pertenece a la familia de las mirtáceas. Originario de Australia, se ha aclimatado fácilmente en todas las regiones del mundo. La infusión de los brotes y hojas nuevas, a razón de 6 a 8 gramos por litro de agua, es muy activa contra la gripe, catarro pulmonar, infíuenza, resfriados de los lisíeos, tuberculosis pulmonar, toses, bronquitis, asma, anginas de pecho, dispepsias y, en particular, en las fiebres intermitentes y contra la diabetes. Además, en los casos de resfriado, afonía y catarro nasal, es bueno aspirar los vapores de agua caliente en la cual se hayan hervido algunas hojas de eucalipto. Las ramas frescas de eucalipto y las fumigaciones de las hojas actúan como muy buen desinfectante de las habitaciones.

Eufrasia:

Hierba escrofulariacea, vellosa, con tallo que mide de 10 a 20 centímetros de altura; las hojas son elípticas, dentadas, sésiles; las flores tienen la corola bilabiada, blanca, con una mancha amarilla en las fauces. Esta mancha se parece a la figura de un ojo, por lo que se la ha considerado capaz de curar los padecimientos oculares. De otra parte, esta fama no es inmerecida, pues la infusión de 1 cucharada de droga en un vaso de agua caliente es, en realidad, un colirio útil en las inflamaciones de ¡a conjuntiva; también puede servir como anticatarral en las afecciones del aparato respiratorio.

Evónimo:

Este arbusto, de la familia de las celastráceas, es espontáneo y cultivado en parques y jardines; puede alcanzar hasta 4 metros de altura. Las ramas son opuestas, con corteza lisa y verdosa; las hojas caducas, opuestas, simples, ovales y finamente dentadas; las flores brotan en cimas axilares, son de un blanco verdoso y aparecen cuando empieza el verano. El fruto es una cápsula de un lindo color rojo vivo en su madurez; su olor es feo, desagradable. Actúa como purgante muy fuerte, 3 ó 4 frutos frescos, en cocción, producen copiosas evacuaciones; las hojas y la corteza no son tan enérgicas. El cocimiento de algunas hojas con vinagre, constituye un buen cicatrizante. Si se calcinan las ramas de la planta en un recipiente cerrado se obtiene un carbón, y el polvo de éste resulta ser un notable antidiarreico.

Frambueso

El fruto se llama frambuesa y hay dos variedades: una que da frutos rojos y la otra frutos blancos. Las hojas y las raíces, en cocción al 6 u 8%, son astringentes, útiles en gargarismos y como cicatrizantes; las hojas, en infusión de agua de azahar, se usan con éxito en las erisipelas e inflamación de los ojos. Las flores, en infusión al 3%, son diuréticas y sudoríficas y eficaces en el reumatismo, la gota, las fiebres eruptivas y resfriados, y al comienzo de padecimientos febriles agudos.

Fresa:

Es una planta que crece silvestre y cultivada. Constituye un alimento sano, suave y aromático. Los frutos son antineumáticos y antigotosos, y se pueden tomar, además de enteros, en jarabe, Jugo y vino; la cocción de las hojas proporciona una tisana astringente que se emplea incluso en gargarismos. Las fresas son ricas en fósforo, y por esto son tonificantes del cerebro y del sistema nervioso. El cocimiento de raíces, al 3%, es diurético y depurativo. La planta en cocción, 40 gramos por litro de agua, se bebe a pasto, siendo útil en los padecimientos délos ríñones y la vejiga. El gargarismo se usa contra la angina.

Fresno:

Se considera a la corteza de esta planta como la quina europea. Es un antifebrífugo de gran poder: en el cocimiento se emplean de 30 a 60 gramos de corteza por litro de agua. También actúa favorablemente en el reumatismo y la gota; para estas enfermedades se hace la infusión de hojas al 2%, tomando un vaso en ayunas y otro antes de cenar. Para obtener un laxante suave hay que emplear la cocción de hojas al 5% en 200 gramos de agua. Las semillas son diuréticas y laxantes, la infusión, a tal fin, se hará al 3%.

Fumaria:

Esta hierba anual es silvestre, trepadora, tierna y jugosa, muy lampiña, con débiles tallos, lisos y de forma cuadrangular, que nacen de su raíz. Sus pequeñas flores son blancas, azuladas o rojizas, dispuestas en racimos terminales; los frutos son esferoidales. La planta empieza a florecer en julio y agosto, y sus frutos maduran en diciembre. Se encuentra como maleza en los jardines, en el campo: debajo de algunos árboles en los cuales se enreda. Se emplea la planta entera, que se recoge antes de que las flores se abran completamente; se hace la infusión al 2%, o en jarabe al 20%, aprovechando de este modo sus virtudes tónicas, depurativas, diuréticas, aperitivas y digestivas. Actúa muy bien en los casos de padecimientos del hígado y del bazo, también puede usarse el zumo, que se bebe a pasto. La planta es sudorífica y purifica la sangre; es antiescorbútica, expulsa las lombrices y cura la ictericia y las enfermedades del hígado.

Galega

Crece en todas partes como maleza y es muy conocida de los campesinos. Puede alcanzar hasta 1 metro de altura y es una planta herbácea papilionácea que abunda en los prados húmedos. Su tallo es fistuloso, ramoso; las hojas están divididas en hojuelas lanceoladas; las flores son blancas, azuladas o rojizas, reunidas en racimos; los frutos, en legumbre estriada, sin pecíolo, tienen numerosas semillas. El zumo de las ramas tiernas y jugosas es indicado para curar la epilepsia, se toma, en ayunas, una cucharada diaria durante un tiempo. La infusión, al 10%, de la planta entera, en la dosis de 2 a 3 cucharaditas al día, se usa como antidiabético. La infusión de la planta, 50 gramos en estado fresco, o 20 gramos seca, por litro de agua, se toma en cualquier momento; es diurética, sudorífica y algo laxante.

Gatuña:

Es una planta leñosa de la familia de las papilionáceas, de tallos duros, espinosos y hojas trifoliadas. La raíz es gruesa como el dedo meñique y muy resistente, pudiendo detener el paso del arado. Es aperitiva; a tal fin se hace la cocción de 15 gramos de raíces que se ponen a hervir, desmenuzadas, en medio litro de agua. Al 10%, el cocimiento de las raíces es diurético y depurativo.

Gayuba:

Planta de la familia de las ericáceas, ramosa, de tallos rastreros, de hojas persistentes, enteras, muy coriáceas, y de flores pequeñas, urceola-das, la corola rosada o blanca y agrupada en racimos terminales. Las hojas, en la cocción del 5 al 7%, tienen propiedades astringentes, diuréticas y antirreumáticas. La cocción debe tomarse lejos de las comidas. Los frutos son antifebriles y comestibles.

Genciana:

Es una planta gencianácea; su tallo es erguido y fistuloso, de 1 metro, más o menos, de alto; las hojas son opuestas, enteras, sésiles, ovales, agudas, grandes y brillantes; las flores, amarillas, están puestas en verticilos, a lo largo del tallo; el fruto es capsular, ovoide, con muchas semillas. La raíz es la que contiene en abundancia el principio activo; es gruesa, esponjosa, tortuosa, ramificada, de color pardo por fuera, amarillo rojiza en el interior, y de sabor muy amargo. Se arranca a fines de otoño, se seca en la estufa o en el horno y se conserva en lugar seco; es aperitiva y digestiva. Se usa la infusión de la planta al 5%, previamente macerada, o el vino al 10% (maceración de diez días) o el jarabe, al 10%. Es muy beneficiosa en los cólicos intestinales, indigestiones, náuseas, síncopes, calambres, epilepsia, anemia, clorosis, escrofulismo, fiebres, artritis, gota, hidropesía y para eliminar las lombrices intes-. tíñales. No deben tomar de esta planta las personas de temperamento nervioso. La Genciana purpúrea mide 50 centímetros de alto; los pétalos de sus flores son púrpura por el exterior y amarillentos en el interior. Se encuentra fácilmente en los Alpes centrales y occidentales y en los Apeninos; el glucósido amargo que contiene la raíz le confiere propiedades eupépticas, tónicas y estomacales. Las dosis son: la infusión al 2%, para tomar caliente antes de las comidas, en la cantidad de 100 gramos; la tintura, de 50 a 100 gotas; el polvo de 0,5 a 1 gramo; el vino (30 gramos de raíz en 1.000 mililitros de vino blanco), tomado en vasitos.

Graciola:

Frecuente en los lugares húmedos y sombríos, es esta una planta herbácea escrofulariáceas; el tallo es sinuoso, de 40 a 50 centímetros de largo; las hojas son lanceoladas y dentadas, con 3 nervaduras de color amarillo; tiene flores solitarias, acampanadas, amarillas o rosadas. La cocción de la planta florida (de 6 a 8 gramos de planta en 20 gramos de agua), tomada 2 ó 3 veces a intervalos de una hora, resulta ser un purgante activo, pero puede causar vómito o diarrea. Cabe también tomar 1 gramo de polvo de hojas secas con un poquito de azúcar. Si se quiere que actúe como vomitivo, se tomará toda la cocción de una vez, o mejor 2 gramos de raíz pulverizada, mezclada con azúcar. Si se emplea la planta fresca, se debe usar sólo la mitad de las dosis indicadas.

Grama:

Es una plantita, silvestre gramínea que crece en terrenos húmedos abandonados, y es invasora de sembrados. Los tallos son huecos y débiles, dan de 3 a 5 espiguitas reunidas en el ápice; las hojas son planas y agudas, y se parecen a las del trigo; la raíz es rastrera, cilindrica y con barbillas de trecho en trecho. La cocción de 25 gramos por litro de agua resulta una óptima bebida contra las enfermedades de Jos ríñones y Ja inflamación de la vejiga. Es refrescante, depurativa, emoliente y aperitiva. Es muy eficaz en los males del hígado, los cálculos biliares, la ictericia y los cólicos nefríticos. Sirve también para curar las heridas.

Granado:

Este árbol alcanza hasta 5 metros de altura; sus flores son grandes, solitarias, el cáliz es carnoso, rojo escarlata, y los pétalos tambien son rojos. Su abundante contenido de ta-nino le da un gran poder astringente. En el interior de los frutos del granado hay tabiques membranosos que los dividen en cavidades ordenadas sobre dos planos superpuestos. Las semillas tienen un tegumento externo gelatinoso y otro interno leñoso; la piel del fruto es rica en propiedades astringentes. Tiene particular importancia la corteza de las raíces, con la cual se prepara una cocción tenífuga; se ponen de 30 a 50 gramos de corteza en 200-300 mililitros de agua, y esta dosis se toma en tres veces, por la mañana en ayunas; después se deberá tomar un purgante de aceite de ricino. La flor o cascara de granado es astringente y tónica. En infusión o cocimiento, 10 a 15 gramos por litro de agua, se recomienda en bebida para cortar la diarrea, expulsarlas lombrices y curar la blenorragia y las irritaciones y enfermedades de ¡as vías urinarias. El jugo de la granada es agradable y refrescante, eficaz para quitar la fiebre y calmarlos cólicos leves.

Grosellero:

La planta alcanza hasta 2 metros de altura y se cultiva en zonas húmedas; los frutos, que son bayas rojas brillantes, se llaman grosellas, tienen acción refrescante y con ellas se preparan jarabes y gelatinas. El grosellero de los Alpes tiene virtudes análogas. Son muchas sus propiedades terapéuticas: la cocción de las hojas, con 30 a 60 gramos en 1 litro de agua (la misma dosis para la infusión), fortalece el estómago, calma sus dolores y aumenta el apetito; es eficaz para la ictericia, en las obstrucciones del higa* do y del bazo y en la hidropesía. Incluso es antivenenosa: al sáf picados por animales venenosos, se recomienda machacar un puñado de hojas y con todo el jugo aplicadas en la parte afectada, recubriéndola bien y vendándola. Estas hojas en infusión, tomada como té, quitan las fiebres tercianas y cuartanas.

Guayabo:

Es una planta chica que se cultiva en los climas templados y tropicales. El fruto es casi redondo, coronado en su extremo como las bayas de la familia de los mirtos, y se parece a una manzanita; su pulpa de color rosa es suculenta, de un olor y sabor exquisitos. Se come crudo, cocido, en compota y en dulce. La planta es muy rica en substancias tánicas y pépticas, así como en hidratos de carbono, es decir, el azúcar. Es una fuente muy generosa de vitaminas y contiene, también, en medida notable, proteínas, hierro y materias grasas. La guayaba constituye un buen alimento, sano, digestivo. Sus hojas poseen propiedades astringentes; se usan para el baño de pies cuando éstos y las piernas se hinchan.

Guayacán o palo santo:

Crece en la América central. Es un árbol silvestre que alcanza hasta 3 metros de altura, muy ramoso y anudado, de un color ceniciento y madera amarilla, con algunas ramas veteadas de obscuro. Las hojas son opuestas, pennadas y al calor del sol se doblan contra las ramas; las flores son pedunculares, violáceas, en general cubiertas de vello. La madera, o palo santo, en 10 gramos por litro de agua, se toma como agua a pasto; es sudorífica, actúa en los resfriados, los males del vientre, el reumatismo crónico, la gota, la sífilis, y las enfermedades de la piel en general. Sus virtudes son también depurativas y balsámicas. En fomentos, o en baños calientes, ayuda a sanar los golpes, contusiones y machucones.