Arbol de gran magnitud, la encina es ramosa, de tronco grueso, hojas ovaladas y dentadas. Su fruto es la bellota; la infusión de las hojas (de 8 a 20 gramos por litro de agua), es un tónico general para el organismo, y sirve en las afecciones del hígado, los cálculos, ¡as diarreas y ¡as hemorragias. La infusión de las hojas en vino tinto y con miel de abejas se usa en gargarismos, y también en la angina crónica. En la curación de ¡a fístula del recto se emplea con muy buenos resultados la cocción de 30 gramos de corteza tierna en 1 litro de agua; la cocción se cuela bien y, sirviéndose de una pera de goma, se usa en lavados rectales aplicándolos uno o dos días; luego se continua con irrigador hasta obtener la completa curación. En las inflamaciones e hinchazones de las glándulas (paperas), se aplica, caliente, en la parte, un paño empapado en dicho cocimiento; con los baños calientes de asiento es eficaz en los colapsos o descensos del recto o de la matriz. En los casos de úlceras, contusiones y enfermedades de la piel, tienen éxito los baños generales de cocimiento de ramas de encina.
Enebro:
Vive en las montañas de Europa, donde se encuentra en abundancia. Sus frutos, que son verdes al producirse, se ponen azules o negros azulados cuando se maduran, y son pequeños. Destilando en seco la madera se obtiene la droga que se llama miera o aceite de cada, con la cual se preparan los linimentos y pomadas que sirven para afecciones de la piel tales como eczemas, herpes, etcétera. La cocción de los frutos machacados (25 gramos por litro de agua), se toma como té después de las comidas, y fría durante el día. Los frutos poseen óptimas virtudes: son depurativos, diuréticos, estomacales, antiescorbúticos, antirreumáticos, estimulantes y tónicos. El uso diario y continuo, durante algún tiempo, de la cocción fortalece el organismo y cura las enfermedades de la sangre y de las vías urina-rías y digestivas. Obtiene también un gran éxito en la debilidad y enfermedades del corazón, la pleuresía, los dolores del pecho, el asma, la tos seca, el catarro pulmonar y vesical, hidropesía, sensación de ahogos, gota, blenorragia, cálculos, dispepsia, mal de piedra, trastornos debidos a la menopausia y leucorrea. Para el reumatismo, dolores neurálgicos, cansancio, se usa en lociones y fricciones utilizando 5 gramos de frutos de enebro, 3 gramos de espliego, 4 gramos de alcanfor y 100 gramos de alcohol; se dejan macerar las plantas por 12 ó 15 días, se filtra.
Escabiosa:
Pertenece a la familia de la dipsacáceas, es silvestre, mide de 70 centímetros hasta 1 metro de alto. Sus hojas superiores son lobuladas, y las inferiores enteras y ovaladas; las flores, que son grandes, están reunidas en cabezuela semiesférica, tienen la corola azulada y nacen de la axila de brácteas madres, rodeadas por un sobrecáliz. Las semillas son abundantes. Para emplearla como depurativa se hace la infusión al 3 % de la planta entera. Con 30 gramos de raíces cortadas en trocitos y un litro de ron o coñac se prepara un licor que es apetitivo y digestivo}] se toma en copitas, antes o después de las comidas principales. Se usa también, con pleno éxito, en las enfermedades de la piel, contra las herpes, la sama y Ja tina, es muy útil, también, en los casos de asma y catarros crónicos, la gota, el sarampión, la peste, la viruela y el tifus exantemático. La cocción se hace con un puñadito de raíces y hojas en 1/4 de litro de agua.
Espárragos:
Se trata de una hortaliza sana, nutritiva y de fácil digestión. Los espárragos blancos son muy inferiores a los verdes, siendo menos nutritivos y muy pobres en minerales y vitaminas. De la cocción de las raíces —30 gramos por litro de agua— se bebe, en cualquier momento, su caldo colado, resultando óptimo en la hidropesía, reumatismo, afecciones del hígado bazo, ictericia y tos rebelde. Además, calma el corazón sin irritar el estómago, motivo que la hace preferible a la digital. El cocimiento de las raíces, al 2%, es aperitivo y diurético, de igual forma actúa el jarabe de punta de espárragos, del que se administran 3 cucharadas en cada toma, dos veces al día, en un poco de agua. Se prepara machacando las puntas frescas, exprimiéndolas para extraer el jugo, al cual se añade una parte y media de azúcar por cada parte de zumo, y se hierve al baño maría hasta que cuaje el jarabe.
Espinaca:
Esta planta es anual, se siembra en surcos al empezar la primavera y se recogen las hojas a medida que la planta va creciendo. Las espinacas son un alimento precioso por las sales minerales y las vitaminas que contienen; si se comen cocidas no se debe desperdiciar el caldo que recogió dichos elementos. Además son diuréticas, calman las inflamaciones del tubo digestivo, hígado y ríñones, también usadas en lavativas, constituyen un buen calmante. Machacadas con aceite de oliva y aplicadas en cataplasmas sobre el vientre quitan la inflamación y el dolor. Esta planta se recomienda a las personas con poca cantidad de sangre, raquíticas, anémicas o convalecientes. Las personas muy nerviosas, de carácter irritable, y aquellas que hacen una vida absolutamente sedentaria, deben comer muchas espinacas crudas y cocidas; si se comen crudas mejor, porque se aprovecharán todas sus substancias orgánicas.
Espino:
Este arbusto pertenece a la familia de las ramnáceas, tiene tallo erguido y ramas con espinas terminales cubiertas con una corteza gris negruzca. Las hojas están opuestas y son ovales, puntiagudas y ligeramente dentadas; las flores son pequeñas, muy fragantes, de color amarillo verdoso, axilares; el fruto es una baya oscura, casi negra cuando está madura, y las cuatro semillas que contiene dan por trituración un zumo rojizo, de sabor acre, desagradable. Por el tanino que contiene, esta planta es astringente; la cocción de los palos delgados o de la corteza, en 50 gramos por 1 litro de agua, se toma de 2 a 3 tazas en el día, diariamente, según se necesite. Este cocimiento sirve también para lavar y curar las heridas, las contusiones y las úlceras. También se prepara jarabe mezclando en igualdad de peso el jugo extraído de las bayas con el azúcar; la mezcla se hace disolver al baño maría y se deja hervir hasta que se forme un sirope; se toma una cucharada mezclada con agua, y se puede repetir cada tres horas. En esta forma actúa como un enérgico purgante, pero por lo fuerte de su acción sólo se emplea en congestión cerebral, apoplejía, etcétera. Las semillas, tostadas y molidas, se preparan como el café, obteniéndose una bebida depurativa eficaz en el reumatismo y la vejiga.
Espliego:
Con esta planta se prepara la conocidísima esencia de lavanda, tan usada en perfumería. Para los casos de asma y tos ferina se hace una infusión de las flores al 5%, de la que se toman 4 tazas al día; la infusión es un magnífico antiespasmódico. Se utiliza también para preparar linimentos contra la alopecia (enfermedad de la piel que causa la caída del pelo), la emicrania y el ligero malestar. Se puede también usar la tintura, de 2 a 4 gramos, para uso interno. En general, el espliego se usa para preparar un líquido que sirve en fricciones y que consiste en alcohol de espliego al 15%, o en alcohol compuesto que se prepara así: sumidades frescas de ajenjo, espliego, melisa, mejorana, menta, salvia, romero y tomillo en cantidad de 4 gramos de cada una, 8 gramos de flor de manzanilla y 100 gramos de alcohol. Se hacen macerar las plantas en alcohol por 7 días, y se cuela (mejor si se destila).
Estramonio:
Esta planta es herbácea, de la familia, de las solanáceas; a menudo es cultivada. Su tallo es redondo, más bien fuerte, ramoso, de color verde pálido, de casi 1 metro de longitud. Es de olor desagradable; las hojas muy anchas, dentadas, de color verde ceniciento; las flores, grandes, de 8 a 10 centímetros, tienen una corola blanca o violácea campanulada, más larga que el cáliz, aislada en cada rama. Los frutos son cápsulas coriáceas con aguijones rígidos, parecidas a las nueces, espinosas, divididas en cuatro partes que contienen semillas. La droga está contenida en las hojas; en su empleo tiene algún parecido con la belladona, pero se usa más bien en fumigaciones. El estramonio, mezclado con belladona, digital, lobe-lia, mirra e incienso, en forma de cigarrillos contra el asma, es muy efectivo. Además es anticólico, cuando se usan sus hojas en decocción al 4%, con harina de lino, y en cataplasmas, empleando la decocción de hojas, semillas y raíces.
Estrofanto:
Es un arbusto sarmentoso (sarmiento es la rama de la vid) de Africa tropical, de la familia de las apocináceas. Tiene la corola tubular, con cinco lóbulos provistos de largos apéndices. Las semillas, que contienen glucósido, se usan en las enfermedades del corazón y son muy parecidas a la digital; también son diuréticas. El tratamiento debe siempre verificarse bajo estricto control médico. Su virtud como tónico del corazón era ya conocida por las antiguas poblaciones africanas, que.también usaban el jugo de las semillas para envenenar sus flechas.
Eucalipto:
Este árbol, muy conocido, erecto y de notable altura, pertenece a la familia de las mirtáceas. Originario de Australia, se ha aclimatado fácilmente en todas las regiones del mundo. La infusión de los brotes y hojas nuevas, a razón de 6 a 8 gramos por litro de agua, es muy activa contra la gripe, catarro pulmonar, infíuenza, resfriados de los lisíeos, tuberculosis pulmonar, toses, bronquitis, asma, anginas de pecho, dispepsias y, en particular, en las fiebres intermitentes y contra la diabetes. Además, en los casos de resfriado, afonía y catarro nasal, es bueno aspirar los vapores de agua caliente en la cual se hayan hervido algunas hojas de eucalipto. Las ramas frescas de eucalipto y las fumigaciones de las hojas actúan como muy buen desinfectante de las habitaciones.
Eufrasia:
Hierba escrofulariacea, vellosa, con tallo que mide de 10 a 20 centímetros de altura; las hojas son elípticas, dentadas, sésiles; las flores tienen la corola bilabiada, blanca, con una mancha amarilla en las fauces. Esta mancha se parece a la figura de un ojo, por lo que se la ha considerado capaz de curar los padecimientos oculares. De otra parte, esta fama no es inmerecida, pues la infusión de 1 cucharada de droga en un vaso de agua caliente es, en realidad, un colirio útil en las inflamaciones de ¡a conjuntiva; también puede servir como anticatarral en las afecciones del aparato respiratorio.
Evónimo:
Este arbusto, de la familia de las celastráceas, es espontáneo y cultivado en parques y jardines; puede alcanzar hasta 4 metros de altura. Las ramas son opuestas, con corteza lisa y verdosa; las hojas caducas, opuestas, simples, ovales y finamente dentadas; las flores brotan en cimas axilares, son de un blanco verdoso y aparecen cuando empieza el verano. El fruto es una cápsula de un lindo color rojo vivo en su madurez; su olor es feo, desagradable. Actúa como purgante muy fuerte, 3 ó 4 frutos frescos, en cocción, producen copiosas evacuaciones; las hojas y la corteza no son tan enérgicas. El cocimiento de algunas hojas con vinagre, constituye un buen cicatrizante. Si se calcinan las ramas de la planta en un recipiente cerrado se obtiene un carbón, y el polvo de éste resulta ser un notable antidiarreico.
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