Crece en todas partes como maleza y es muy conocida de los campesinos. Puede alcanzar hasta 1 metro de altura y es una planta herbácea papilionácea que abunda en los prados húmedos. Su tallo es fistuloso, ramoso; las hojas están divididas en hojuelas lanceoladas; las flores son blancas, azuladas o rojizas, reunidas en racimos; los frutos, en legumbre estriada, sin pecíolo, tienen numerosas semillas. El zumo de las ramas tiernas y jugosas es indicado para curar la epilepsia, se toma, en ayunas, una cucharada diaria durante un tiempo. La infusión, al 10%, de la planta entera, en la dosis de 2 a 3 cucharaditas al día, se usa como antidiabético. La infusión de la planta, 50 gramos en estado fresco, o 20 gramos seca, por litro de agua, se toma en cualquier momento; es diurética, sudorífica y algo laxante.
Gatuña:
Es una planta leñosa de la familia de las papilionáceas, de tallos duros, espinosos y hojas trifoliadas. La raíz es gruesa como el dedo meñique y muy resistente, pudiendo detener el paso del arado. Es aperitiva; a tal fin se hace la cocción de 15 gramos de raíces que se ponen a hervir, desmenuzadas, en medio litro de agua. Al 10%, el cocimiento de las raíces es diurético y depurativo.
Gayuba:
Planta de la familia de las ericáceas, ramosa, de tallos rastreros, de hojas persistentes, enteras, muy coriáceas, y de flores pequeñas, urceola-das, la corola rosada o blanca y agrupada en racimos terminales. Las hojas, en la cocción del 5 al 7%, tienen propiedades astringentes, diuréticas y antirreumáticas. La cocción debe tomarse lejos de las comidas. Los frutos son antifebriles y comestibles.
Genciana:
Es una planta gencianácea; su tallo es erguido y fistuloso, de 1 metro, más o menos, de alto; las hojas son opuestas, enteras, sésiles, ovales, agudas, grandes y brillantes; las flores, amarillas, están puestas en verticilos, a lo largo del tallo; el fruto es capsular, ovoide, con muchas semillas. La raíz es la que contiene en abundancia el principio activo; es gruesa, esponjosa, tortuosa, ramificada, de color pardo por fuera, amarillo rojiza en el interior, y de sabor muy amargo. Se arranca a fines de otoño, se seca en la estufa o en el horno y se conserva en lugar seco; es aperitiva y digestiva. Se usa la infusión de la planta al 5%, previamente macerada, o el vino al 10% (maceración de diez días) o el jarabe, al 10%. Es muy beneficiosa en los cólicos intestinales, indigestiones, náuseas, síncopes, calambres, epilepsia, anemia, clorosis, escrofulismo, fiebres, artritis, gota, hidropesía y para eliminar las lombrices intes-. tíñales. No deben tomar de esta planta las personas de temperamento nervioso. La Genciana purpúrea mide 50 centímetros de alto; los pétalos de sus flores son púrpura por el exterior y amarillentos en el interior. Se encuentra fácilmente en los Alpes centrales y occidentales y en los Apeninos; el glucósido amargo que contiene la raíz le confiere propiedades eupépticas, tónicas y estomacales. Las dosis son: la infusión al 2%, para tomar caliente antes de las comidas, en la cantidad de 100 gramos; la tintura, de 50 a 100 gotas; el polvo de 0,5 a 1 gramo; el vino (30 gramos de raíz en 1.000 mililitros de vino blanco), tomado en vasitos.
Graciola:
Frecuente en los lugares húmedos y sombríos, es esta una planta herbácea escrofulariáceas; el tallo es sinuoso, de 40 a 50 centímetros de largo; las hojas son lanceoladas y dentadas, con 3 nervaduras de color amarillo; tiene flores solitarias, acampanadas, amarillas o rosadas. La cocción de la planta florida (de 6 a 8 gramos de planta en 20 gramos de agua), tomada 2 ó 3 veces a intervalos de una hora, resulta ser un purgante activo, pero puede causar vómito o diarrea. Cabe también tomar 1 gramo de polvo de hojas secas con un poquito de azúcar. Si se quiere que actúe como vomitivo, se tomará toda la cocción de una vez, o mejor 2 gramos de raíz pulverizada, mezclada con azúcar. Si se emplea la planta fresca, se debe usar sólo la mitad de las dosis indicadas.
Grama:
Es una plantita, silvestre gramínea que crece en terrenos húmedos abandonados, y es invasora de sembrados. Los tallos son huecos y débiles, dan de 3 a 5 espiguitas reunidas en el ápice; las hojas son planas y agudas, y se parecen a las del trigo; la raíz es rastrera, cilindrica y con barbillas de trecho en trecho. La cocción de 25 gramos por litro de agua resulta una óptima bebida contra las enfermedades de Jos ríñones y Ja inflamación de la vejiga. Es refrescante, depurativa, emoliente y aperitiva. Es muy eficaz en los males del hígado, los cálculos biliares, la ictericia y los cólicos nefríticos. Sirve también para curar las heridas.
Granado:
Este árbol alcanza hasta 5 metros de altura; sus flores son grandes, solitarias, el cáliz es carnoso, rojo escarlata, y los pétalos tambien son rojos. Su abundante contenido de ta-nino le da un gran poder astringente. En el interior de los frutos del granado hay tabiques membranosos que los dividen en cavidades ordenadas sobre dos planos superpuestos. Las semillas tienen un tegumento externo gelatinoso y otro interno leñoso; la piel del fruto es rica en propiedades astringentes. Tiene particular importancia la corteza de las raíces, con la cual se prepara una cocción tenífuga; se ponen de 30 a 50 gramos de corteza en 200-300 mililitros de agua, y esta dosis se toma en tres veces, por la mañana en ayunas; después se deberá tomar un purgante de aceite de ricino. La flor o cascara de granado es astringente y tónica. En infusión o cocimiento, 10 a 15 gramos por litro de agua, se recomienda en bebida para cortar la diarrea, expulsarlas lombrices y curar la blenorragia y las irritaciones y enfermedades de ¡as vías urinarias. El jugo de la granada es agradable y refrescante, eficaz para quitar la fiebre y calmarlos cólicos leves.
Grosellero:
La planta alcanza hasta 2 metros de altura y se cultiva en zonas húmedas; los frutos, que son bayas rojas brillantes, se llaman grosellas, tienen acción refrescante y con ellas se preparan jarabes y gelatinas. El grosellero de los Alpes tiene virtudes análogas. Son muchas sus propiedades terapéuticas: la cocción de las hojas, con 30 a 60 gramos en 1 litro de agua (la misma dosis para la infusión), fortalece el estómago, calma sus dolores y aumenta el apetito; es eficaz para la ictericia, en las obstrucciones del higa* do y del bazo y en la hidropesía. Incluso es antivenenosa: al sáf picados por animales venenosos, se recomienda machacar un puñado de hojas y con todo el jugo aplicadas en la parte afectada, recubriéndola bien y vendándola. Estas hojas en infusión, tomada como té, quitan las fiebres tercianas y cuartanas.
Guayabo:
Es una planta chica que se cultiva en los climas templados y tropicales. El fruto es casi redondo, coronado en su extremo como las bayas de la familia de los mirtos, y se parece a una manzanita; su pulpa de color rosa es suculenta, de un olor y sabor exquisitos. Se come crudo, cocido, en compota y en dulce. La planta es muy rica en substancias tánicas y pépticas, así como en hidratos de carbono, es decir, el azúcar. Es una fuente muy generosa de vitaminas y contiene, también, en medida notable, proteínas, hierro y materias grasas. La guayaba constituye un buen alimento, sano, digestivo. Sus hojas poseen propiedades astringentes; se usan para el baño de pies cuando éstos y las piernas se hinchan.
Guayacán o palo santo:
Crece en la América central. Es un árbol silvestre que alcanza hasta 3 metros de altura, muy ramoso y anudado, de un color ceniciento y madera amarilla, con algunas ramas veteadas de obscuro. Las hojas son opuestas, pennadas y al calor del sol se doblan contra las ramas; las flores son pedunculares, violáceas, en general cubiertas de vello. La madera, o palo santo, en 10 gramos por litro de agua, se toma como agua a pasto; es sudorífica, actúa en los resfriados, los males del vientre, el reumatismo crónico, la gota, la sífilis, y las enfermedades de la piel en general. Sus virtudes son también depurativas y balsámicas. En fomentos, o en baños calientes, ayuda a sanar los golpes, contusiones y machucones.
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