El helécho vive abundante en los bosques húmedos de las montañas y es una planta silvestre. D tronco llega hasta 60 centímetros de alto, del cual nacen las hojas de 1 metro y a veces más, formando un abanico que termina en puntas muy tupidas, de hojitas pequeñas, de un verde aterciopelado, muy brillante. La raíz, gruesa y cubierta de tubérculos, contiene un aceite volátil y otro incristalizable, que le da un sabor dulce en contraste con el amargo natural de la planta. Su virtud medicinal es en especial la de vermífugo, y es un poderoso tenífrugo; a tales fines se usa el extracto etéreo, en la dosis de 2,5 a 10 gramos, o bien en polvo, de 5 a 15 gramos. Debe administrarse a estómago vacío, haciéndole seguir un purgante que no sea oleoso, ya que se podría provocar un grave envenenamiento. No debe usarse en niños, ancianos y personas débiles. La infusión de 2 gramos de la raíz por taza, se tomará en ayunas y antes de las comidas, constituyendo un muy buen tónico contra el raquitismo y el escorbuto. Antes de usar la raíz debe limpiarse, separando, también, las escamas y la parte amarillo verdosa.
Helenio:
El helenio, llamado también hierba del ala, parece ser originario de Asia central; mide casi 1 metro de altura; las hojas inferiores son muy amplias y los capítulos, de color amarillo, grandes y poco numerosos. Su principio activo está en la raíz, que es tónica, estomacal, expectorante y diurética, y valiosa en la tos ferina y en la insuficiencia hepática. La infusión de la raíz, a base de 15 a 30 gramos por litro de agua, sirve también en los casos de dificultades respiratorias. El cocimiento se usa externamente como antipruriginoso.
Hepática:
Es una plantita herbácea silvestre, de la familia de las ranunculáceas, que crece espontánea en terrenos húmedos y pantanosos. Sus frondas no tienen tallos, sus hojas radicales están divididas en tres lóbulos acorazonados, con manchas blancas en la cara superior; las flores son azuladas o rojizas, sin pétalos, substituidos por un cáliz de forma petaloide, y provistas de un involucro de 3 foliólos que simulan un cáliz; el fruto seco tiene muchas semillas. Sus propiedades son astringentes y diuréticas. Se usa para los padecimientos de los ríñones y de la vejiga, empleando 50 gramos de la planta entera en 1 litro de agua; se hierve 5 minutos, se endulza con miel de abejas, se le agrega jugo de limón y se bebe a pasto. El caldo de su cocimiento, bien filtrado, se utiliza como colino para las enfermedades e irritaciones de los ojos.
Hierba lombriguera:
Se encuentra en lugares no cultivados y húmedos y es una planta algunas veces cultivada. Mide cerca de un metro de alto, las hojas son muy recortadas y aromáticas, los capítulos son amarillos, agrupados en colimbos. Es venenosa, si se sobrepasan las dosis prescritas. El uso principal de la planta, como lo indica su nombre, es vermífugo. Se hace la infusión de los frutos, o bien de las flores, utilizando de 4 a 5 gramos por 100 mililitros de agua; se tomará dos veces al día una cucharada en una taza de agua. Para los niños la dosis será de la mitad. Tiene también virtudes estomacales.
Hierba Luisa:
Esta planta es originaria de América meridional, cultivada en Europa, y algunas veces es subespontánea. Sus hojas tienen un olor muy agradable, pues contienen notables cantidades de esencias.
La planta es una verbenáceas, leñosa, de tallo estriado, hojas elípticas, flores pequeñas, blancas por fuera y azuladas por dentro. La infusión de las hojas es digestiva, antiespasmódica, estimulante y diurética; se acostumbra mezclar sus hojas al té, al que proporciona un grato sabor.
Hinojo:
Es una planta silvestre, aromática; el hinojo dulce, o anís de París, es una especie más pequeña, cultivada; se aporca para que se ponga blanca, se come en ensalada y tiene las mismas propiedades de su congénere silvestre. Contienen vitaminas y substancias minerales orgánicas. El caldo del cocimiento de las semillas de hinojo, en 20 gramos para 1 litro de leche o agua, se toma por taza y representa el mejor remedio contra los cólicos intestinales. Esta bebida es aperitiva, alivia las jaquecas, estimula la digestión, cura los desarreglos del aparato digestivo, aumenta la orina, cura ¡a tisis, expulsa las lombrices, fortalece a las personas decaídas, elimina las toxinas yesefícazen el artritismo. Si se añade miel de abejas en la misma bebida cura los resfriados, la tos y la obstrucción délos bronquios. El caldo de la semilla de hinojo, cocida en agua en la dosis de 15 gramos en 1 litro, agregándole miel de abejas y bien colada, resulta un óptimo colirio en los padecimientos de los ojos.
Hisopo:
Es una planta olorosa de la familia de las labiadas, silvestre, aromática y de sabor amargo, común en los lugares secos y pedregosos. El tallo es leñoso, ramoso, de unos 40 a 60 centímetros de alto. Las hojas son lanceoladas; las flores, azules, purpúreas o blancas, se presentan dispuestas en una falsa espiga unilateral; el fruto está compuesto de 4 nuececillas casi lisas. Las sumidades floridas, recogidas al principio del verano, se preparan en infusión al 10%, actuando, así como estimulantes, digestivas, expectorantes y carminativas (contra los gases del estómago e intestino). La infusión de las hojas o de los cogollos de hisopo, 20 gramos por litro de agua, se toma como té en cualquier momento que se quiera; es aperitivo estimulante, estomacal, sudorífico, diurético y tonifica ¡as vías digestivas.
"Hoblón" o lúpulo:
Nace espontáneamente en las regiones de clima templado de América y Europa, en matorrales húmedos y a la oriila de los nos. La planta contiene lupulino, que es una materia amarga empleada en la fabricación de la cerveza. Las flores son usadas en las panaderías para la levadura con que se hace el pan. Los rizomas carnosos que nacen en primavera, se comen como los espárragos; el tallo alcanza hasta el largo de 9 metros, es anguloso, y se usa para hacer hilados y papel; las hojas son de pecíolo largo, acorazonadas, con lóbulos agudos y dentadas. Vulgarmente se le llama a la planta "lúpulo", "vidaria" y "betiguera". De preferencia se usan sus flores hembras: 40 gramos frescas ó 10 gramos secas por litro de agua; se les da un hervor y se bebe como agua a pasto. Purifica ¡a sangre y tonifica todo el organismo, aumenta el apetito, ayuda en la digestión, cura el estómago, la dispepsia, ¡os tumores. Cura e¡ raquitismo de los niños, la escrofulosis, ellinfatismo y las supuraciones internas y externas. Es mejor agregar a la bebida jugo de limón y miel de abejas.
Huella:
Arbusto silvestre poco frondoso y abierto, de 2 a 3 metros de alto, con las ramas cubiertas de borra estrellada y densa, señaladas con las cicatrices de las hojas que caen. Estas tienen casi 12 centímetros de largo, están acorazadas, muy puntiagudas, dentadas en forma desigual, con 3 lóbulos o más, cinco en general. Las flores son grandes, 7 centímetros de diámetro, de un azul pálido que blanquea con el tiempo, y están, o solitarias sobre un pedúnculo, o en grupo sobre pedicelos sencillos o bifurcados, que a veces salen del mismo punto, formando un umbela regular. La planta es muy común en Chile y florece en octubre y en noviembre; las hojas, que son mucilaginosas, se usan en medicina como emolientes. La infusión se hace con 20 a 30 gramos de hojas en 1 litro de agua. La raspadura del palo joven de la planta (una cucharada en infusión por taza de agua), cura los padecimientos del hígado, disuelve los cálculos y calma los dolores.
Huingán:
Este arbusto es silvestre y crece en terrenos secos, en los cerros y las montañas, desde Coquimbo a Osorno, en Chile. Llega a 3 ó más metros de altura; es espinudo, ramoso y de corteza arrugada. Las hojas son perennes, lanceoladas, ovales, enteras o un poco dentadas, coriáceas y de tamaño irregular. Las flores son chiquitas, están agrupadas en racimos y son de color blanco. Se ponen 100 gramos de la corteza en un litro de agua, se hierve durante 10 minutos y se aplica, en friegas, contra la gota, los dolores de las articulaciones y el trío de los pies. La resina que segrega el tronco de la planta se toma, disuelta en agua, como purgante, en forma de cataplasma se aplica, en la parte doliente, en los dolores y contracciones de los músculos, las fracturas y las hernias. La cocción de corteza y ramas de la planta se usa, en baños calientes, para calmar los dolores en general, reumatismo, gota, contusiones, etcétera.
Ipecacuana:
Hay varias especies de esta planta. La más común y más eficaz es la de Brasil, que se desarrolla en particular en el Estado de Matto Grosso. En medicina se utiliza solamente la raíz; ésta tiene propiedades vomitivas muy enérgicas, y se usa en la siguiente dosis: 1/2 gramo polvo de ipecacuana, 20 gramos de jarabe de ipecacuana, 1 taza de agua tibia. Si fuera necesario se podrá repetir la toma hasta 3 veces. La cocción de la raíz, 2 gramos en 1/4 de litro de agua, se toma en varias veces como sudorífico, antiespasmódico, expectorante y emoliente. Facilita la expectoración, combate la tos ferina, el catarro pulmonar, el asma, la bronquitis capilar, pulmonía, ¡as catarrales, tifoideas, y hemorragia. El cocimiento de la raíz, de 15 a 20 gramos por litro de agua, se usa en lavativas en la disentería aguda. De la planta se extrae la emetina, principio activo por el cual es muy empleada en medicina; esta substancia tiene una valiosa acción antiparasitaria, adecuada para poder combatir la amibiasis y la disentería causada por ella.
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